Subiendo escaleras en espiral,
necesitando acariciar la luna,
llenar mi cuerpo de estrellas,
maravillarme con esa sensación.
Nerviosa serenidad trasmitida
por una sumisa armonía astral,
es ella compulsivamente bella,
abstracta del tiempo tenaz...
Cataratas de lágrimas emotivas,
millones de explosivas sonrisas,
mente en blanco adornada
por una extrema y dulce paz.
No distingo un punto medio
entre lo incoherente y lo real
si el mar es cielo al final
no me quiero despertar.
* Esta canción es la primera que se compuso desde que Hormigón Armado tiene la actual formación, para ésta misma epoca hace un año atrás.
Letra: Nicolás Bórquez
Música: Andrés Díaz de Quintana, Luciano Pucheta, Nicolás Bórquez
Simpleza y Rock
Don Hormigón
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